Pasando lista II parte: recordandolas...

Al terminar de escribir el post anterior inmediatamente me percate de que me había faltado algo muy importante. Ya que no hacer mención del lado femenino me resulto algo grave e incluso hasta imperdonable.

Dejar de lado a aquellas féminas niñas, adolecentes o como se les denominara en el tiempo por el cual las conocí. Resultaba como una fuga de talentos para mi cometido, estereotipando y etiquetando cada conducta con la cual se hacían odiar o respetar o simplemente como en muchos casos hacerse ignorar.

Debido a que siempre creí desde pequeño que las mujeres eran más complicadas por lo cual sentía que de lejos tenían un mundo más amplio que cualquiera de los varones, quienes solo teníamos unos cuantos cometidos, ahora sin sentido aparente.

Como no recordar a:

La plástica: chica que brillaba con luz propia debido a su enorme belleza y su gran parecido a la barbie. Era por la cual todos sufríamos febrilmente en silencio, y algunos mas osados que otros valiéndose de todo tipo de artimañas iban por ella como lobos hambrientos. Era seguida por su sequito de fieles adoradoras, que sin pestañeo alguno la defendían a capa y espada, pero siempre esperando el momento oportuno (cambio de año) para ocupar su lugar (un cambio de colegio de la plástica).

La chica macho: siempre fue común verla jugando con nosotros como un varón mas, mas no por eso quiero hablar mal de sus gustos, era tal vez alguien con la que siempre nos llevamos bien. Vale recalcar que no tenía una buena relación con la anteriormente mencionada.

La invisible: aunque nunca la entendimos del todo debido a su peculiar forma de no hacerse notar, no destacaba en deporte, ni en estudios, simplemente era un cero a la izquierda para cada uno de nosotros.

La extraña: quien por contraparte se hacia notar demás, siempre tan peculiar y rara a la vez debido por sus gustos por animales exóticos como iguanas, ratones, cuyes, etc. Cosas a nuestro alcance pero igualmente sorprendentes, cabe decir que resultaba bastante interesante conversar con ella, nunca sabia con que te podía salir o que podías aprender.

Las aniñadas: aquí pluralizo ya que solo una no importaba, lo grave era cuando se juntaban un grupo de la misma especie. Quienes parecían no haber abandonado la niñez y seguir viviendo en su mundo de colores. Eran menospreciadas por las plásticas sin que lo supieran y tomadas como estúpidas por los demás, en ese entonces la crueldad estaba a la orden del día escondida tras esos rostros infantiles.

Aquí otro comercial de sprite, aunque no va mucho con el tema pero hay lo dejo.