jueves, 18 de junio de 2009

Busco Chamba...


Antes de cumplir con la mayoría de edad no se me pasaba por la cabeza buscar un trabajo, pensaba que aún no lo necesitaba, ya que la flojera se apoderaba de mí cada vez que afloraba la idea. Prefería tener que contar céntimo tras céntimo, buscar monedas bajo la cama o simplemente aguantar las juveniles penurias que la vida me impusiera.

Ahora la situación a cambiado, las necesidades son otras, y con ello mi pensamiento que poco a poco iba formando la idea de que laborar no me era del todo nocivo, ni perjudicial para mi salud; por lo que desde hace más de un año me propuse trabajar para el 2010.

Lastimosamente todo se a apresurado, y tras el despido de mi madre, la renuncia de mi hermano en su trabajo nocturno – explotado, pero laborando – hace algunos meses, todo se complica. Así que me declaro una persona activa (en busca de trabajo) en el mercado laboral. Tengo una familia y un perro que alimentar.

El único problema es no saber para que soy bueno, encontrar algo en lo que me pueda desenvolver y no fallecer en el intento. Otro problema es la falta de tiempo, ya que sólo cuento con horas libres durante la noche. Así que.

¿Qué trabajo me recomendarían?
¿Qué trabajo no me recomendarían?
¿Creen que moriré en le intento?
¿Si ustedes tuvieran su empresa de que me contratarían? ¿O no lo Harían?

pD: El post anterior en el que contaba una conversación con mi madre nunca existió, en esta situación no podría pensar en viajar, jamás e sostenido conversaciones de esa forma con mi madre (tan bobas). Ella no conoce mis amistades, y si las conoce aún no estoy enterado. Vale la aclaración, ya que planeaba hacerlo en este post...
pD: Siento que la gripe porcina (Influenza AH1N1) me pisa los talones…

martes, 9 de junio de 2009

Palabras de una madre


(llamada telefónica a casa...)
-Hola mamá ¿como estas?
·Hola hijito, bien. Dime ¿hoy vas a llegar tarde?
-Si, he quedado en encontrarme con José, Luis y Andrea.
·¿Con José? Ya me enteré lo que le hizo a la pobre Marielita. Ella es tu amiga, por respeto a ella no deberías ser más amigo de ese chico.
-Pero José también es mi amigo, no puedo enfadarme con él.
·Es una mala influencia. Y ella tan linda.
-Bueno, si tú lo crees así.
·Así lo creo hijo.
-Mama, me ha salido u viaje a Arequipa, y quiero saber si cuento contigo para los pasajes.
·Claro amor, cuenta conmigo.
-Con tu dinero.
·Te va a caer bien un viaje, te he visto bastante estresado estos días. Incluso podrías decirle a Marielita que te acompañe, ya sabes, para que pueda olvidar ese incidente.
-Esta bien, lo que digas, pero cuento con tu plata ¿verdad?
·Si, pero no te olvides de invitar a Marielita, sino te olvidas de los pasajes.
-Y tú ¿Cómo te enteraste?
·Me lo contó la mamá de Andrea, está igual de mortificada que yo.
-¿Esa chismosa?
·¡Por favor!
-Bueno mamá, te dejo. Un beso. Te veo en la noche.
·Adiós, amor.

lunes, 1 de junio de 2009

Al compás de Mariela - El retorno


Son las 9 de la mañana, y espero que suene el celular. Espero el desayuno, en un establecimiento, tal vez no con tantas ansias como espero que suene el celular, cuyo sonido presiento que se convertirá en el eje de mi día.

Mariela, me sonríe mientras me habla de algo que no entiendo, y estoy seguro que ella tampoco lo entiende; sin embargo no puede ocultar que la espera por José se le hace eterna. Es obvio que en este momento estamos unidos por la espera, que cada uno entiende. Y es aplaudida por un intercambio de miradas, gestos y palabras.

Veo ingresar a José, quien me saluda y besa a Mariela como si nada pasase, bromeamos un poco y no puedo evitar reírme con él de las cosas que comenta; pero recae en mí la mirada acusadora de Mariela, que no pierde su ternura a pesar de estar tan abatida. Entonces me doy cuenta de que el apoyo moral que fui a brindar lo había olvidado por un momento, por lo que regreso a mi estado normal a brindar el apoyo de amigo incondicional, que creo estar brindando.

Él intenta besarla y ella lo rechaza, como rechaza el desayuno que me muero por consumir, con desprecio; pero sin poder ocultar el cariño que aun le tiene, o que tenía. Él es mi amigo, por lo que me encuentro en la disyuntiva de juzgarlo o entenderlo, ya que no me considero la persona ideal para hacerlo. Un error lo comete cualquiera, más aun siendo tan humano, de lo contrario ¿Seria real nuestra existencia?

Mariela le pregunta si es verdad que besó a Paola, aunque en el fondo conoce la respuesta, por un intento masoquista que no acabo de comprender. José caya. Yo guardo silencio. Ella llora, porque el que caya otorga.

Con la mirada me pide que nos vayamos y que la consuele. Él, inconscientemente, me ruega lo mismo en su lividez momentánea y profundo decaimiento. Me paro, pago la cuenta y poso mi brazo sobre sus hombros mientras salimos. Suena el celular, pero no me entusiasma la idea de contestar en ese momento, aunque e el fondo me muera de ganas.

pD: recién ahora tengo algo de tiempo para retomar mi blog y leer otros, espero darme en las noches algo de tiempo para comentar los suyos.

pD: ahora trataré temas más variados, para no generar aburrimiento…