Conversacion: No he visto ninguna...

Después de todo el arduo sacrificio de mantenerme pegado en la carpeta, soportando las 5 horas de ingles cada sábado con una inconstante atención que a duras penas llega a la salida. Ya que en ocasiones mi peor enemigo, el sueño, me envuelve para lograr hacerme flaquear y desviar mi atención, para mantenerme aun con vida hacia los entrenamientos en las canchas ¡que envidia!
El punto es que ya no solo somos 4 personas o gatos como suele decirse muy amenudo en un lenguaje más cotidiano, apartir de la segunda clase ahora somos un promedio de 12 o 13 integrantes a mi parecer, que según lenguas muy rápidas y versiones extraoficiales aumentaría el día de mañana.
Todos los nuevos participes de este conglomerado lingüístico debido creo yo a que era su primer día se mantuvieron con un perfil bajo. Sin echar un aunque sea minúsculo lazo de amistad, entre una y otra que se mantuvieron poniéndose al corriente con la teoría pasada, sin expresar una idea que escapara del contexto préstame tu cuaderno, a lo mucho esta frase se extendía con un por favor.
Yo aproveche el receso para salir y conversar con las 2 personas que conocía de clase anterior, pero al perderlas de vista me encontré con unos de los patas de la clase, uno nuevo, empecé a conversar con el y me conto que estudiaba derecho entre otras cosas que no vienen al caso mencionar. Ya que si lo nombro es porque en la conversación se coló el tema o más bien se convirtió en el tema central: la falta de féminas algo más agraciadas. Yo por mi parte quise evitar el tema ya que yo conocía a dos de esas chicas, y me pareció algo cruel y traidor hablar de algo así mientras ellas conversaban sabe dios de que en las escaleras. El me decía que se había decepcionado al entrar al salón, ya que le cayó como un baldazo de agua fría el panorama existente, que por poco lo manda con una fiebre alta a su casa. Y me narraba su desfortunio en este aspecto ya que siempre en su salón le había pasado lo mismo, con excepción de la universidad aclaraba enfáticamente. Mientras yo le contaba mis casos similares en el tiempo de colegio, ya que casi en su totalidad éramos varones y uno que otra rara existencia.
Terminado ya el receso regrese a mi asiento me hablo una amiga con su cara de boba mientras tomaba su libro, de una forma de lo mas suficiente como para desmoralizarme moralmente por la platica sostenida.
Unos días después en una de las conversaciones que sostenía con mi enamorada por teléfono le conté lo sucedido y me dijo que era un baboso por haber hablado de eso forma de esas chicas. Y es cuando se me vino a la mente lo cruel que resultaba hablar de esa forma de alguien, cuando no ha hecho meritos para merecerlo. Ya que si le tengo broncas normalazo siempre y cuando no sea mujer, entonces entendí lo feo que resulta. Pero aunque suene tan mal, quien puede exonerarse de haber hecho algo así en su vida, ya que todos por más santos que sean creo que en algún momento de sus vidas han hecho peligrar su canonización social, pero más familiar por lo viejos de cada uno.

-Vi este video y me conmovía mucho espero que los haga reflexionar un rato…