lunes, 3 de noviembre de 2008

Un dia pra el olvido


Especialmente hoy que me encontraba con poco o nada de ganas, en un día en el cual el sol quemaba más que nunca o al menos esa era la impresión que tenía, debe ser solo eso mi impresión, ya que estoy acostumbrado a aquel cielo gris y contaminado que guía mis pasos hacia la universidad, con libro o periódico en mano o solo durmiendo o escuchando algo de música para pasar aquel mal rato lleno de un bullicio insoportable, las desviaciones como consecuencia de la famosas obras de la capital, incluyendo el microclima inherente a los buses de transporte que hacen mas agobiante esta odisea. Entre adormecido y somnoliento, voy tanteando el camino hacia aquella carpeta que me brinde regocijo en las horas más pesadas y difíciles, en las que prestar un poco de atención cuesta y mucho.
Ya con un pie en el pavimento, el brillo escarlata de los rayos solares queman mi pupila dejándome ciego por unos instantes, los cuales con gran audacia son usadas para la filosófica reflexión previa a todo acontecer matinal. Ya con los cinco sentidos funcionando pero con el cerebro y el brillo gongorino aun dormido, voy saludando de forma casi automática a todo rostro que me parezca conocido en el camino.

“Recuerdo que caminaba por aquel sendero con Sofía, que con mirada tierna y cautivadora pero a la vez intimidante, veía trotar la brisa de aroma a rosas frescas que se desprendían de la ingenuidad de la naturaleza hacia un ser mas ingenuo aun, volaban con tal libertad casi envidiable, que no hacían mas que resaltar su belleza espiritual camuflado tras ese duro antifaz frívolo pero a las vez adorable, sensible y cautivador con mejillas rosas y de blanda sonrisa”.

Ya una vez en el salón no me queda mas escuchar al profesor y sus innumerables ¡cállate! Que me tienen irritado a más no poder, sintiéndome prisionero, creo debido a mi claustrofobia aun no superada que en el fondo me agrada hasta cierto punto en el cual sea tolerable.
“No hay duda hoy fue un día de esos que no vale la pena contar” me decía, pero para salir de la rutina lo cuento solo por curiosidad, además quien no a tenido un día de estos.

2 comentarios:

santiagoMdc dijo...

uno no, muchos! pero todos al final acaban en esa gloriosa invención a la que llamaron "el dormir" que, por suerte, tan dioses como humanos lo podemos disfrutar.
Siempre hay dias mejores mi estimado y que bueno enterarme que conpartimos la claustrofobia xD

la dama de hielo: dijo...

Concuerdo con que todos al final acaban con la gloriosa invención de dormir, a veces eso es lo único que salva a algunos días, lamento que hayas tenido uno de esos.

Quería darte las gracias por comentar en mi blog =) he visto el tuyo y me ha gustado.

Respecto al comentario que dejaste, no entendi si te referias a que la entrada que escribí era una canción o si hablabas de la anterior que en efecto era una canción; si hablabas de la primera, la verdad es que es algo que yo escribí escuchando una canción que tenía algunas frases que use.

Saluditos y que estes bien ;)