sábado, 8 de noviembre de 2008

Tragame tierra


Ya con 18 años encima puedo dar fe de aquel carma que me ha acompañado desde el primer “agu”, que no fue mas que el epilogo de una vida llena de curiosos instantes, de bochornos y lagunas existenciales.
Desde los primeros instantes de los cuales aun tengo memoria, puedo recordar que siempre he vivido todo tipo de sucesos vergonzosos inherentes a mi personalidad, los cuales no hago mas que considerar como la materialización de mi torpeza, que siempre quedan como recuerdo graciosos que me robaron una carcajada y también a aquellos con quienes comparto estas vivencias.

*era un día soleado y estábamos en Chosica con un grupo de amigos del colegio, con 10 o 12 años no puedo precisar la edad, pero recuerdo que en una competencia en la cual el que trepara la montaña mas rápido seria el ganador. Todos lo intentaban, algunos de forma menos ortodoxa que otros pero igual intentándolo, me incluyo en ese grupo, ya muchos rendidos por lo empinado y agreste del terreno, no nos quedo mas que observar a aquel pequeño cuarteto que lo había logrado y que saltaba de felicidad sacándonos en cara la hazaña cometida. Ya con los ánimos calmados comenzó el descenso, uno a uno íbamos librando una lucha personal tratando de zafarse del lugar donde habíamos quedado varados. Yo por mi parte hice lo propio intentándolo paso por paso, y en uno de ellos sentí como mi cuerpo se precipitaba, y en un intento desesperado estire el brazo logrando estabilizarme. Pero la alegría me duro muy poco al darme cuenta de que me había sujetado de un cactus, el cual con el desprecio mas indigno me había clavado sus púas en la mano, que una a una fui retirando entre las carcajadas de mis compañeros y la mía también.

*con 6 años y la adrenalina hasta el tope jugaba en una mañana la cual recordare con facilidad, bastaría con levantar levemente la mano, tocar mi cabeza y sentir la cicatriz que en ella vive. Estaba en el parque de la leyendas y jugaba con unos niños que había conocido instantes antes saltando, gritando y merodeando por todos los lugares del recinto, de pronto no se por que empecé a correr por debajo del extremo externo izquierdo de los subibaja, que curiosamente, estaban elevados invitándome con tal malicia a pasar. Solo recuerdo que sentí un fuerte golpe en la cabeza y momentos después aparecí en un hospital con una enfermera a mi lado, que me tocaba con insistencia la cabeza. Era evidente uno de los subibaja había descendido repentinamente golpeándome el cráneo ¿como paso? eso nunca lo sabré, me acompañaban mi tío con un rostro de preocupación y mi hermano con una leve sonrisa que no podía ocultar.


Puedo recordar muchos momentos más y que tal vez publique mas adelante, y otras cosas que no valen la pena, como los golpes que me he dado contra los portes al ir distraído por la acera, o la vez que me lastime el brazo ¿Cubito, Radio? No lo puedo precisar, pero seguramente los dos ya que recuero el horrible arqueamiento de mi brazo, cosa que me sucedió en la cales de karate, y no precisamente en contienda. Ya hallan sido las caídas estando parado, sentado en mi carpeta, jugando o las innumerable embarradas provenientes de los autos y las lluvias que se empozaban en las pistas, cosas pequeñas pero en los lugares menos pensados e inesperados. Esto es algo con lo que he aprendido a vivir y a reírme junto con los demás, ya que son cosas que no puedo evitar.

*estaba ya en paradero esperando el ómnibus que me transportara a la universidad, cuando de pronto lo divise a lo lejos, y un impulso casi automático me hizo levantar el brazo impactando mi puño contra el rostro de un joven, fue tal suerte la mía que el tipo seguramente tan avergonzado como yo solo atino a seguir su camino mientras yo le pedía disculpas a lo lejos. Una vez sentado y en camino empecé a reírme de lo que había pasado, y de cómo en ese momento suplicaba a gritos que me tragara la tierra.

4 comentarios:

Elogio dijo...

Tantas cosas a la que me has remontado , yo he tenido una infancia precoz , pero creo que no he quemado etapas que fueron esquixitas en mi vida.Además creo que no me autorotulo de ser inmadura , xque de vez en cuando me subo a un tobogán.
Bueno me gustó.
Con respecto a tu firma, perfecto que hayas entendido de que se trata,
escribo cosas muy rayadas jajaja ,
No es tanto lo que cuento sino cómo lo cuento, el cómo me meto en la narración hasta el punto de hacerla irreconocible o, simplemente, destruirla.
Un beso querido

santiagoMdc dijo...

oo see los roches son cosas que estan a la orden del día (me lo vas a decir a mi jaja) lo bueno de ellos es que te dan algo que contar o escribir, como en tu caso por ejemplo

santiagoMdc dijo...

Porcierto has sido elegido para continuar con una cadena que me pasroncheka mi blog y enterarte de que se trata jeje

Anónimo dijo...

gracias por tus palabritas lindas♥