lunes, 29 de diciembre de 2008
Ana Ignashevitch: No todo cuento tiene un final feliz
Entre métricas rimbombantes un destello de luz aparecía tras las colinas, las jóvenes campesinas intrigadas por la ruptura de su placida monotonía corrieron a llamar a la matriarca. Solo una, Ana Ignashevitch pudo percatarse de lo que se aproximaba. Ella una muchacha de 17 años predispuesta al celibato perpetuo jurado ante dios, proveedora de la belleza mas inigualable antes vista en los campos de vladivoskov. Su dulzura era pretendida por todos los jóvenes de las comarcas aledañas, quienes daban rienda a todo su potencial versificador siendo creadores de poemas, cuentos y la más extraordinaria literatura que se halla conocido en ese entonces. Si bien Ana ignashevitch era amada por muchos, por contrate se había ganado sin merecerla la antipatía de toda la elite femenina de Vladivoskov. Quien miraba a Ana con un desprecio inigualable por no poseer sangre noble y ser hija de campesinos.
María Vladimirovith era hija de la matriarca y futura heredera al trono de Vladivoskov, quien siempre se caracterizo por ser dirigida por mujeres. A la vez se conocía que maría sentía un profundo cariño por Ana, se podía decir que era la única noble dueña de esos sentimientos. Depositaba en Ana cada uno de sus mas profundos sueños, pensamientos, incluso una sensación tan extraña que se apoderaba de maría cada vez que la veía en sus incesantes visitas en el noctambulo del misterio.
Ana Ignashevith se percato de que aquella luz tras las colinas que tanto habían estremecido a sus amigas no se trataba de otra cosa más que de la llegada de Andrés Tikhon héroe de Kasan. Quien impulsado por los elogios escuchados sobre Ana decidió partir y conocerla. Todos en Vladivoskov no hablaban de otra cosa que no fuese su llegada, pero como es costumbre que personajes de tal talla visiten a su llegada a la nobleza, partió hacia ella.
Al subir las escaleras principales Andrés iba imaginando cada instante de su encuentro con Ana, pero al terminarse lo peldaños su mirada cual fatídico destino dieron a para a los ojos de María Vladimirovitch, esta según dicen casi igual de bella que Ana, Andrés sintió que su viaje había concluido. Andrés saludo cortésmente a cada uno de los presentes, pero su verdadero ideal estaba situado a dos metros suyos.
Hay estaba maría sentada con aquella inocencia característica, pensando en la visita que le haría a Ana por la noche, y la cara que pondría al contarle sobre su futuro pretendiente. Y como entre ellas idearían un plan para que Ana con el decoro mas cándido posible rechazara al joven Andrés como era de costumbre.
Andrés se acerco con paso firme hacia María, observando uno a uno los rasgos que componían tan hermosos rostro. Se sentó junto a ella he inicio la platica. Las horas pasaron una tras otra, y Andrés se enamoraba profundamente de María. Pero María por momentos perdía el hilo de la conversación y recordaba a Ana y sus incesantes platicas. Llagada la hora Andrés partió a su alojamiento, no sin antes despedirse de María con un y mil promesas de amor, que María no capto por estar pensando en Ana.
Tal vez María no entendió las promesas de Andrés, pero la gente allí presente se percato rápidamente de la intenciones de tal platica. Y como es propia del pequeño terreno de Vladivoskov la noticia se propago en un instante. Hasta que llego a los oídos de Ana Ignashevitch, quien sin gesto alguno que diera evidencia de lo que pasa por su cabeza se retiro lentamente como analizando el suceso poco a poco, y tratando de digerirlo.
Una vez llegada a su casa Ana se sentó frente a la mesa, al parecer sus padres habían salido. Su rostro empezó a cambiar y a tomar una actitud algo colérica, llevaba sus manos al rostro y empezó a repetir una y otra vez la frase “por que me has hecho esto María”. Parecía otra persona, efectivamente Ana mostrando un temperamento nunca antes visto. Se sentía traicionada por su mejor amiga, sentía que no podía perdonarla, que debía acabar con su miserable vida. Ana vio sobre la mesa que su padre había olvidado el hacha, la miraba con un tremendo deseo y una ira incontrolable, hasta que tocaron la puerta.
Ana sabía que era María la que llamaba a su puerta, sin pensarlo tomo el hacha y salió por la puerta trasera. Al salir se encontró con una tremenda lluvia. Y flexionando un tanto las rodillas avanzaba poco a poco rodeando la casa acercándose a María, el odio aumentaba con cada paso que daba. Dio un paso más y ya estaba a espaldas de María, quien con un hermoso vestido blanco estaba parada frente a la puerta.
Ana alzo el hacha con la mano izquierda y la bajo con tal furia que le destrozo la espalda, acompañada de un pequeño gemido, María callo de rodillas y su cabeza golpeo con rudeza la puerta. Ana seguía contemplando la escena sin remordimiento alguno, casi disfrutando la muerte de María Vladimirovitch.
En vladivoskov se cuenta que Andrés Tikhon retorno a Kasan ante la mirada de compasión de todos y que jamás volvió a combatir. La muerte de María conmociono a toda la comarca y a las aledañas a ella, quienes se unieron para el homenaje póstumo. Ana Ignashevitch desapareció después de aquella noche, pero cuentan que fue vista junta a unos vagabundos y ladrones por lo alrededores de las comarcas lejanas ejerciéndose como meretriz. Nunca se supo el verdadero motivo del asesinato, si fue por amor a Andrés, a María o por simple locura o vanidad.
-Este seguramente es el último post del año, y me decidí por un cuento realizado en pocas horas, espero que halla sido de su agrado.
-¿Que cambiarían del cuento?
-¿Todo?
jueves, 18 de diciembre de 2008
En tres palabras, un deseo, peticiones
Cuantas veces no hemos escuchado la frase “defínete en tres palabras” como si fuese algo tan sencillo. Definir la personalidad de alguien con tan pocas letras resulta algo complicado, o al menos lo es para mi, ya que no concibo el hecho se sintetizar de tal forma a un ser tan complejo.
Cuales serian las palabras más solicitadas al momento de describirse sencillo, alegre.etc, etc. La lista es tremenda, pero debemos saber que tras esas etiquetas que nos colocamos a lo largo de nuestras vidas se esconden otras que se mantienen reprimidas y que en muchas ocasiones nosotros somos los únicos conocedores de ese otro personaje tal vez malvado, tímido, bromista, quien sabe.
Nos hemos puesto a observar uno a uno a aquellos que vemos diariamente, sean nuestros amigos o no el caso es que tras aquella faceta de la cual somos conocedores o creemos serlo, la verdad es que solo contemplamos lo que ellos nos quieren mostrar de lo contrario por que existiría una frase tan conocida como “los tímidos son los perores” acaso tras su ingenuidad y torpeza se esconde un ágil y sediento ser en busca de experiencias no antes exploradas.
Que debemos pensar al enterarnos que un compañero aparentemente inofensivo suele malgastar su tiempo creando dibujos algo intrigantes de sus amigos, con escenas algo sangrientas entre otras que prefiero omitir. Si le pidiesen a nuestro amigo “Pf” que se describiese en tres palabras, estoy seguro que ninguna contendría en un contexto cercano la idea de “soy un maldito sádico que gozo pensando en como acabar con mis compañeros”. Ha y no es algo que solo ha pasado por mi cabeza, ya otras personas se han dado cuenta de ese comportamiento, aunque intenten tomarlo de la forma más lúdica posible.
Los motivos solo los conoce “Pf” pero en fin quien puede juzgarlo. Sise trata de cambios de personalidad muchos pueden decir que en alguna etapa de sus vida han deseado ser otro u ocupar el lugar de alguien. Atrevernos a realizar cosas que nunca seriamos capaces de hacer, por miedo, por que nosotros no somos así, motivos sobran pero las posibilidad de realizarlas no, incluyendo el motivo económico.
Por ejemplo algo que siempre he querido hacer es participar en una guerra, aunque suene tonto y muy suicida pero en fin es un sueño que no creo llegue a cumplir. No me explico el motivo ya que odio la vida militar, este sueño tampoco creo que encajarían en esas tres palabras que me definirían.
Hay tantas cosas que se omiten al tratar de parametrarnos de esa forma, todo esto se me vino a la mente al recordar que hace unos meses me hicieron esa pregunta, la cual me dejo reflexionando por un instante. En realidad no recuerdo cuales fueron mis tres palabras elegidas, pero estoy seguro que si me lo volviesen a preguntar sin duda no serian las mismas.
-Se acerca la navidad y yo sigo pintando mi casa, nunca pensé que fuese algo tan dificultoso. Y ahora ¿lograre concluir antes del 25?
-Aun me falta escribirle mi carta a papa Noel, pero por adelantado me gustaría pedir una que otra cosa para unos amigos que no veo hace ya un tiempo, prometo ponerme en contacto.
*Para el chino: que se que lee el blog, pediría que se decida y no se cambie de carrera aunque fácil ya perdió el ciclo, pero igual…
*Para Adriano: que se anime y salga del closet nosotros lo entendemos, no mentira que se atreva a ser cantante por que talento tiene y deje esa carrera recontra aburrida, lo números no son para el.
*Para Joao: que por fin consiga novia, eso es urgente ya se le siente el trauma, anda como un maniático suelto…
*Para Gisela “la agnóstica”: una misa para que se aleje de la senda del mal, y deje de hablar tanto de “Papa Satán”, medio rayada la pobre.
*Para Rodrigo: un ingreso a la universidad, ya es hora que deje el taco y otros vicios.
*para Jusan: lo mismo y un poster de panda, ya que con eso le basta para que pase una feliz navidad.
-por otra parte pediré por la gente que veo mas seguido, en unos días mas cercanos a la navidad.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Un ambiente navideño, un regalo, una pesadilla
Ya pasado lo peor o al menos eso es lo que parece llega diciembre acompañada de todas aquellas sensaciones inherentes al ambiente navideño. Una a una las casas van tornándose de un ambiente mas acorde con la fecha. Ahora detrás de las guirnaldas, luces y arbolitos navideños podemos encontrar una infinidad de dilemas insondables, situaciones incomodas y penosas que acompañadas por el aroma a chocolate caliente y panetón fresco, que nos hacen recordar que aquel 25 esta cada vez mas cerca.
Para comenzar tendríamos que soportar el mantenimiento de la casa, que en muchos casos es realizada por nosotros los que hemos salido de vacaciones. Aguantar el martirio del pintado de cada centímetro cuadrado de la casa. Con brocha o con rodillo en mano pintar y pintar; y como si no fuera poco para ponerle la cereza a la torta ya que el redecorado parte del ideal de nuestros padres debemos emplear un color que va en contra de nuestros principios, con un matiz sumamente detestable y aborrecible que hace de esta labor una odisea.
Ya pasado lo peor o al menos eso es lo que parece. Viene el armado del árbol y la previa desempolvadera de las innumerables piezas que conforman el armazón de la principal atracción de la casa, que por si fuera poco debe fijarse de la forma más segura posible. Ya que nuestras mascotas se encargan de tumbarlas en sus momentos de locura desenfrenada, materializada en sus insoportables travesuras, para luego solo poner cara de bobos mientras nosotros a regañadientas reparamos el daño cometido.
Pero dejando de lado estas situaciones sumamente molestas viene el momento de la búsqueda de regalos recorriendo galerías, establecimientos y todos aquellos lugares donde se podría hallar el regalo prometido. Pero lo más difícil es saber que regalar, nos hacemos un mundo con nuestras indecisiones al preguntarnos que desearía esa persona, o en caso de ya saberlo como plasmar esa idea. Talvez con un regalo material fabricado por nosotros, o solo comprado e incluso cabe la posibilidad de algo pequeño que inmortalice y haga perdurar el momento.
Después de todo brindar un regalo no es del todo sencillo, ya que si bien es cierto entre gustos y colores una equivocación es muy probable, y desatinar un regalo navideño puede ser muy hiriente aunque suela decirse que la intención es lo que cuenta, refrán que no es aplicable en todos los casos. Recordemos que de niños hemos pedido muchas cosas en cada navidad, y en algún momento o etapa de nuestras vidas el hecho de haber llegado un obsequio que no le llego ni a los talones a los que solicitamos con tanto esmero y énfasis fue una decepción. No tanto por el valor económico, sino lo que represento en nosotros la desilusión de no haber recibido el regalo deseado.
“noche navideña de insulsos corazones que vuelan al viento sin norte en busca de la ofrenda prometida. Cantan risueños los Ángeles al cielo pidiendo un suspiro de vehemencia en forma de lúdicas palomas. El sueño de la alma socarrona se ve truncado por la malicia tras aquella sonrisa coqueta.”
Si tuviese que cambiar algo de estas fechas seria el momento en el que se recogen todos los adornos, que a mi parecer deberían ser guardados un día después de año nuevo y no esperar hasta la popular bajada de reyes. Ya que al caminar por las calles en enero y ver aun las decoraciones en las ventanas y puertas me generan un poco de nostalgia, al saber que una navidad mas se ha ido, y tendremos que esperar un año mas para vivir nuevamente ese cumulo de sensaciones.
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